El estreno de la ópera 'Juana sin Cielo' de García Demestres tendrá lugar en Granada

El estreno mundial de la ópera 'Juana sin Cielo' del compositor barcelonés Alberto García Demestres sobre textos del Premio Nacional de Poesía granadino Antonio Carvajal tendrá lugar este viernes 15 de noviembre a las horas 20.30 horas en el Auditorio Manuel de Falla de Granada. La obra podrá verse también el sábado 16 a la misma hora. Escrita para soprano, coro y orquesta, la obra estará interpretada por la soprano mexicana María Katzarava como Juana I y el Coro, el Joven Coro y la Orquesta Ciudad de Granada (OCG) bajo la batuta del propio compositor. La dirección escénica está a cargo de Héctor Eliel Márquez y la escenografía de Rafa Simón.

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La producción es de la propia OCG y del Ayuntamiento. El vestuario es de Susana Poyatos y la iluminación de Juan Felipe Tomatierra. Programadores de Nueva York, Barcelona, Sevilla o Italia asistirán al estreno, con el fin de llevarla a otras ciudades. La obra se centra en la historia de Juana I, Juana la Loca, hija de los Reyes Católicos, madre de Carlos I y abuela de Felipe II.

"Yo no nací para el odio; nací para el amor", es la primera frase de la obra, que Demestres presenta así: "Doña Juana I, reina de Castilla y de Aragón, reina de Valencia, Mallorca, Navarra, Nápoles, Sicilia y Cerdeña, condesa de Barcelona, duquesa de Borgoña, burlada por su padre, su marido, su hijo y agentes del poder (Cisneros, entre otros), se ve instalada en el imaginario cultural y popular como un caso de locura (sea por enfermedad congénita, sea sobrevenida por “el amor”), respetada por pocos, entre quienes se cuenta a D. Benito Pérez Galdós (cuya Santa Juana de Castilla encarnó Margarita Xirgu). En esta ópera, y en línea con Galdós, se plantea la revisión de las ideas sobre esta desdichada mujer, víctima de la explotación masculina general.

Interior de una iglesia. Frente al altar un ataúd con el evangeliario sobre él. Junto al féretro el cirio pascual. Se escucha el coro en la lejanía. Juana, alma en pena, está sentada en el suelo junto al ataúd, abrazándolo, evoca su vida de dolor. Las voces del coro, atemporales, la acompañan, ahora en el Oficio de Difuntos, ahora recordando versos de Cátulo o la palabra de Job, ahora poniendo una mirada contemporánea a la vida de Doña Juana y subrayando lo que hoy se vería como violencia de género".