'Attila' abre la temporada de La Scala con 14 minutos de ovaciones del público

'Attila' en cines (foto cortesía de Borja Mariño)

Como cada 7 de diciembre, día de San Ambrosio, patrón de la ciudad, La Scala de Milán ha inaugurado este viernes su temporada 2018-2019 con 'Attila' de Giuseppe Verdi, protagonizada por la soprano madrileña Saioa Hernández (Odabella), el bajo ruso Ildar Abdrazakov (Attila), el barítono rumano George Petean (Ezio) y el tenor italiano Fabio Sartori (Foresto). Los artistas fueron ovacionados durante 14 minutos  por un público que gritaba continuos bravos y les lanzaba flores y pétalos de rosa. Los únicos abucheos de la noche fueron dedicados al director de escena, el italiano Davide Livermore exintendente del Palau de Les Arts de Valencia. La cantante española, visiblemente emocionada, ha besado el suelo del escenario y posteriormente ha lanzado un beso al cielo. A preguntas de la prensa italiana, ha declarado que ese beso estaba dedicado a Monserrat Caballé, recientemente fallecida y a algunos de sus seres queridos también desaparecidos.

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La función fue seguida por 1.888 espectadores en la sala, y por varios millones más a través de la emisión en directo por la Radio y televisión italiana, en treinta lugares de Milán como teatros, aeropuertos, mercados, hoteles y hasta en la prisión, y en cines de todo el mundo. En el palco real, decorado con cientos de flores de colores otoñales ofrecidas por Dolce & Gabbana, se sentaba el presidente de la República italiana, Sergio Mattarella, que fue recibido por una ovación de cinco minutos de todo el público puesto en pie y que, posteriormente declaró: "La cultura y la música son el último escudo de la democracia". Junto a él se sentaba el alcalde de Milán, Giuseppe Sala, y el presidente de la región de Lombardía, Attilio Fontana.

La Scala acogió también por primera vez a los ministros del Gobierno, en el cargo desde junio: el de Cultura, Alberto Bonisoli; el de Educación, Marco Bussetti; el de Economía, Giovanni Tria, y el de Agricultura, Gian Marco Centinaio, la vicepresidenta del Tribunal Constitucional, Marta Cattabi y la presidenta del Senado, Maria Elisabetta Alberti Casellati, entre otras autoridades. Como es tradicional, tras la función siguió una cena de gala para quinientos comensales que tuvo lugar en la asociación de la 'Società del Giardino', uno de las más antiguas del mundo, fundada en 1783.

El director de escena, Livermore, ha ubicado la historia en una 'distopía' ubicada en un sombrío siglo XX en guerra. Utiliza tecnologías ultramodernas, especialmente una pared de LED, crea escenas grandiosas (tormentas, ciudades destruidas) y usa flashbacks. En el montaje final eliminó una escena que representaba el colapso de la sociedad con el derrumbe de un puente, por respeto a las víctimas de la caída del puente de Génova que causó la muerte de 43 personas el pasado agosto.

Las entradas estaban agotadas, a pesar de su elevado coste, que oscilaba entre los quinientos euros en el palco hasta los tres mil en platea. También se han ofertado 140 localidades en la logia superior del teatro a 50 euros.

'Attila' es una ópera en un prólogo y tres actos con música de Verdi y libreto de Temistocle Solera, basado en la pieza teatral 'Attila, König der Hunnen' de Zacharias Werner. Se estrenó el 17 de marzo de 1846 en el Teatro La Fenice de Venecia. En el Liceu pudo verse por primera vez el 21 de septiembre de 1850 donde ha tenido desde entonces 29 representaciones.

La acción transcurre en la ciudad de Aquilea durante el siglo V. La localidad es invadida por Attila, rey de los hunos. Un grupo de vírgenes sobrevive al ataque y son retenidas por los invasores. Attila queda impresionado por el coraje y belleza de Odabella. A pesar de la aparente sumisión de la joven, ella planea secretamente asesinar al caudillo, mientras su amante, Foresto, sufre por la supuesta traición de su amada. Odabella cumplirá su objetivo y apuñalarà al rey de los hunos, causándole la muerte.