Las Palmas inaugura la que puede ser su última temporada de zarzuela

Las Palmas de Gran Canaria inaugura este sábado 15 de octubre con 'La rosa del azafrán' su XXIV Temporada de Zarzuela que, en palabras de sus organizadores, podría ser la última, debido a la drástica disminución de la financiación recibida de las administraciones en los últimos años. La obra de Guerrero es el primero de los tres títulos que se representarán en el Teatro Cuyás, en un festival organizado por la Asociación de Amigos Canarios de la Zarzuela y que incluye 'Agua, Azucarillos y Aguardiente' el viernes 28 de octubre y 'Alma de Dios' el domingo 30 de octubre.

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'La rosa del azafrán' está protagonizada por la soprano grancanaria Nora Carrasco, como Sagrario y la granadina Lara Chaves, en el papel de Catalina, el barítono malagueño Antonio Torres interpretando a Juan Pedro y el tenor madrileño Didier Otaola en el rol de Moniquito. Otaola ejerce además funciones de director de escena. Completan el reparto Fernando Navas (Carracuca), Nayra Ortega (Custodia), Pepe Batista (don Generoso), Antonio Trejo (un pastor), José Manuel Trujillo (Micael / Julián Herencia) y Begoña Viera (Lorenza / Dominica). El maestro donostiarra Juan José Ocón estará al frente de la Orquesta Filarmónica de Gran Canaria y del Coro de la OFGC.

El presupuesto de la temporada en los últimos cinco años ha sido de 62.000 euros, frente a los 440.000 de los que se disponía en temporadas anteriores. De esa cantidad, la Sociedad General de Autores ya recauda 6.000 euros. Desde Amigos Canarios de la Zarzuela explican que “una zarzuela media viene a salir por 40.000 o 50.000 euros” y una temporada ha de incluir tres como mínimo para ser considerada como tal por el Ministerio de Cultura, que solo contribuye a su sostenimiento si conserva esa catalogación.

La edición de estos dos últimos años ha sido posible gracias al trabajo desinteresado de muchas personas, a la rebaja del caché de los cantantes y al respaldo del Cabildo de Gran Canaria que cede gratuitamente el teatro, la Orquesta y el Coro. A pesar de ello, la continuidad se ve amenazada por la deuda de 60.000 euros acumulada en los últimos cuatro años y por el IVA cultural, entre otros conceptos.