Obituario. Pilar Torreblanca (1955-2020), una voz resistente y luchadora frente a la adversidad

La soprano Pilar Torreblanca Pelegrín, con una salud "delicada", no ha podido superar los efectos de la pandemia de covid19 y ha fallecido este 12 de noviembre en Zaragoza tras permanecer desde finales de octubre ingresada en el hospital. 

Su muerte ha provocado múltiples reacciones de pesar, especialmente en Aragón, en donde la intérprete ha desarrollado una extensa e intensa carrera no sólo en el mundo de la música. Habrá un merecido homenaje, pero tendrá que esperar a que termine la actual fase de la crisis sanitaria, según ha anunciado el director del Auditorio de Zaragoza, Miguel Ángel Tapia.

Hace 10 años, al cumplirse el 25 aniversario de su carrera lírica, Pîlar Torreblanca relataba al diario 'Heraldo' que empezó a hablar cantando y que con tres años ya entonaba la habanera 'La bella Lola'. Eran señales claras de que la música, como ocurría con su familia, iba a ser parte esencial de toda su vida. "Yo siempre supe que quería ser cantante", decía entonces quien discípula de Pilar Andrés (1921-2006).

Su historia personal incluye episodios de lo más variados, desde grabar un disco de lo que se llamaba música 'ligera' a cantar en Moscú, desde participar en el concurso de María Callas en la Fenice de Venecia a trabajar con Alfredo Kraus, desde debutar como doña Ana en 'Don Giovanni' a participar y quedar en 1977 subcampaona de España en el célebre concurso de Televisión Española 'Gente joven'. El diario 'El País' la incluía en 1991 entre los nombres de "la nueva generación de cantantes de ópera" que se disponía en España "a relevar a sus maestros".

Lo cierto, según coinciden quienes días lloran sus pérdida, es que Torreblanca no lo tuvo fácil pero, a pesar de los pesares, perseveró y luchó contra las dificultades y las injusticias. No parece casualidad que entre sus últimas publicaciones en la red social Facebook aparezca su apoyo a la protesta contra la violencia machista. "¡No os parece que ya está bien!", exclama.

La Pilar Torreblanca que ahora dice adiós no es sólo la persona y la soprano, es también la defensora de los derechos de las mujeres y de la mujer rural, y la luchadora por las personas con discapacidad, como ella misma, cuyas últimas fotografías la muestran en una silla de ruedas por las secuelas en una de sus piernas de la poliomielitis infantil y por un accidente en 2009 en el que le atropelló un autobús militar. 

Ella misma contaba que el mundo de la ópera tampoco resultó fácil para una mujer como ella, con obesidad y con la discapacidad, pero logró hacer carrera internacional, durante 15 años, debutando con Giuseppe Di Stefano, formándose con Kraus y con Montserrat Caballé, Renata Scotto o Pilar Lorengar y actuando en escenarios de Alemania, Argentina, Canadá, Chile, Finlandia, Italia, Reino Unido o Rusia, además de España.

Su currículum profesional dice que en Zaragoza, entre 1974 y 1980, estudió Medicina —se mostraba "orgullosa" de sus compañeros el día que se activó el estado de alarma por covid19 en España— y también hizo la licenciatura de Ciencias de la Información y Relaciones Públicas en la Autónoma de Barcelona (1979-1984). 

No conforme con ello, también, entre 1992 y 2005, cursó Técnico Superior de Protocolo, Técnico Superior en Marketing, Postgrado en Gestión y sistemas de información, Máster en Gestión y Economía de la Salud y fue miembro del Consejo Superior Iberoamericano de Comunicación y Relaciones Públicas. 

En su experiencia laboral constan sus puestos de directora de comunicación de Pyrenalia así como de la Fundación Ceste, escuela internacional de negocios a la que ha estado vinculada 32 años y de la que era su directora desde 2006 y hasta la muerte se ha cruzado en su camino.

Por supuesto, realizó el grado medio de canto (1985-1990) en el Conservatorio de Música de Valladolid, además de tener la fortuna de formarse con Pilar —'Pilarín'— Andrés. Entre sus últimas actuaciones, como recuerda en Facebook Ana Bolea Fernández-Pujol, se encuentra el estreno en octubre de 2018 de las piezas  'Virgencica del Pilar' y 'Lágrimas por tí' de la profesora piano y compositora zaragozana.

"Cuando Pilar tenía un objetivo se empleaba a fondo, y lo luchaba como sólo ella sabía", señalan desde la Fundación Ceste. "La vida ya me ha prejubilado parcialmente varias veces; por eso, cuando la salud me lo permite, yo me lanzo", declaraba a 'Heraldo' hace 10 años.