"Aplauda pero no grite '¡bravo!", pide la Ópera de Viena en su reapertura

La Ópera de Viena vuelve. Este 7 de septiembre 'Madama Butterfly' de Giacomo Puccini supone el reencuentro del célebre auditorio con su público tras seis meses de cierre. La pandemia de covid19 ha forzado a esta institución a tomar medidas, que no sólo pasan por reducir las localidades disponibles, sino también por dar instrucciones expresas al público, al que llamativamente insta a evitar los gritos de '¡bravo!' y, en su lugar, expresar su entusiasmo sólo con sonoros aplausos. Pese a las dificultades, la institución, con un aforo recortado en al menos un 30%, no busca un regreso contenido sino por todo lo alto: "La temporada 2020/2021 presenta diez estrenos de diez obras absolutamente centrales a través de diez producciones pioneras realizadas por los nombres más prestigiosos del mundo de la ópera", anuncia.

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De momento, para la primera función de 'Madama Butterfly' hay lista de espera para conseguir entradas para este estreno, con dirección musical de Philippe Jordan y presencia sobre el escenario de Asmik Grigorian, Virginie Verrez, Freddie De Tommaso, Boris Pinkhasovich, Andrea Giovannini, Hsin-Ping Chang, Tom Yang, Eugenijus Slavinskas, Valentin Alfery y Emil Kohlmayr.

La programación incluye, entre otras obras, además de 'Madama Butterfly', 'Elektra' de Richard Strauss (8 septiembre), 'Simon Boccanegra' de Giuseppe Verdi (9 septiembre), 'L'elisir d'amore' de Gaetano Donizetti (14 septiembre), 'La fille du Régiment' de Donizetti (20 septiembre) o 'Don Carlos' de Verdi (27 septiembre).

"Como estaba planificado", la Ópera de Viena inicia su temporada a comienzos de septiembre, pero hay novedades debido al coronavirus. Las entradas tienen impreso el nombre del espectador, lo que implica que el Gobierno le hará un seguimiento en caso de detectarse contagios.  Se tienen además que facilitar el número de teléfono o el correo electrónico.

De las 1.709 butacas, no menos de un tercio quedarán vacías. "La distribución de los asientos se ha adaptado a la normativa sobre el coronavirus, es decir, se ha reducido el número de asientos para garantizar una distancia adecuada. Se pueden comprar hasta entradas entradas conectadas si las personas viven en el mismo hogar o pertenecen al mismo grupo. Siempre hay una distancia lateral de un metro hasta el siguiente grupo o asiento individual. Todos los nombres de las compras grupales deben ser divulgados y estarán impresos en las entradas", indica el auditorio.

Además, se hace un llamamiento a entrar "lo antes posible". Las puertas se abren una hora antes de que el telón se levante. Para entrar es obligatorio el uso de una mascarilla que cubra boca y nariz, aunque no es forzoso seguir cubiertos durante la función. Además hay dispensadores de gel hidroalcohólico para desinfectar las manos y se recomienza pagar con sistemas electrónicos sin contacto durante los descansos.

"Te pedimos que te pongas el protector de boca y nariz antes del aplauso final, ya que muchos visitantes quieren salir de la sala inmediatamente después del final de la función y por lo tanto pueden producirse contactos más cercanos", instruye la Ópera de Viena, que además pide, sorprendentemente: "No importa lo difícil que sea: exprese su entusiasmo exclusivamente aplaudiendo lo más fuerte posible y ni siquiera se quite el protector de boca y nariz por un 'bravissimi' bien merecido".