El Real e Intermezzo son sancionados con 50.000 euros cada uno por la cesión ilegal de los trabajadores del coro

Ensayo coro Real (Facebook/Intermezzo Coro Titular del Teatro Real)

La Dirección General de Trabajo de la Comunidad de Madrid ha multado con 50.000 euros al Teatro Real de Madrid y a la empresa Intermezzo por la cesión ilegal de los trabajadores de su Coro, tras confirmar el acta de infracción realizada por la Inspección en abril de este año, según ha comunicado este sábado 21 de diciembre eldiario.es, que también ha informado de la intención del coliseo madrileño de recurrir la sanción. Tanto los 51 miembros del coro titular de la institución como los dos pianistas repertoristas del mismo dependen desde el año 2010 de la empresa adjudicataria Intermezzo (que se publicita con el apelativo de 'Coros a la carta'). Tras las denuncias presentadas por la Confederación General del Trabajo (CGT), presente en el comité de empresa, Inspección de Trabajo emitió un acta de infracción por una falta laboral considerada 'muy grave' que ahora ratifica la Dirección General de Trabajo.

El artículo 43.1 del Estatuto de los Trabajadores establece que la cesión temporal de un empleado por parte de la empresa que lo ha contratado a otra sólo puede darse en el caso de las Empresas de Trabajo Temporal autorizadas para ello. Aunque la Jurisprudencia ha establecido otros supuestos, en ninguno de ellos encajaría la relación entre Intermezzo y los miembros del coro que trabajan en el Teatro Real, lo que da lugar a la sanción impuesta a ambos.

En el 43.2 se dice que "En todo caso, se entiende que se incurre en la cesión ilegal de trabajadores contemplada en el presente artículo cuando se produzca alguna de las siguientes circunstancias: que el objeto de los contratos de servicios entre las empresas se limite a una mera puesta a disposición de los trabajadores de la empresa cedente a la empresa cesionaria, o que la empresa cedente carezca de una actividad o de una organización propia y estable, o no cuente con los medios necesarios para el desarrollo de su actividad, o no ejerza las funciones inherentes a su condición de empresario". Lo cual queda claro en este caso, por cuanto Intermezzo sólo contrata coristas para ponerlos al servicio del Teatro Real y carece de una organización que realice representaciones de ópera en las que puedan cantar y de los medios necesarios para que lo hagan.

La utilización por parte del Teatro Real de trabajadores cedidos de otra empresa redunda en la merma de derechos de estos con respecto a los empleados directamente contratados por la fundación pública, que disfrutan de condiciones laborales más ventajosas en cuanto a tiempos de descanso, salarios, estabilidad laboral, representación sindical y facilidades para obtener permisos, entre otras cosas.

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