Centenares de personas despiden al expresidente de Ópera de Oviedo

Jaime Martínez González-Río (Tweet alcalde de Oviedo)

Centenares de personas han despedido este sábado 28 de septiembre en la iglesia parroquial de Nuestra Señora del Carmen de Oviedo al neumólogo y expresidente de la Ópera de Oviedo durante 15 años, Jaime Martínez González-Río, fallecido este viernes 27 en el Centro Médico de Oviedo, donde venía desempeñando su profesión como neumólogo, tras años de servicio en la sanidad pública. Martínez, que tenía 77 años, había conseguido superar un cáncer de laringe en el año 2000, pero en esta ocasión un cáncer de páncreas, diagnosticado hace apenas unos meses, ha terminado con su vida. Enamorado de la lírica, a él se atribuye haber convertido la Ópera de Oviedo, en sus años en la presidencia, en una de las más reconocidas de España. Martínez González-Río estaba casado con Susan Schmickrath y deja cuatro hijas, Susana, Carla, Marta y Adela Martínez Schmickrath y seis nietos, Marina, Teresa, Victoria, Jaime, Pedro y Enrique. Tras el funeral de cuerpo presente, los restos del doctor han sido incinerados en el Tanatorio Los Arenales. Por expreso deseo del finado, no se admitieron flores, recogiéndose en su lugar donaciones para la Fundación Aladina.

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Ópera de Oviedo ha publicado en su muro de Facebook una foto del doctor con el texto: "Es imposible explicar con palabras tanta tristeza. Siempre seguirás con nosotros. Cuidaremos con mimo tu enorme legado y mantendremos vivo el ejemplo de tu honestidad, integridad, generosidad y amor por la ópera. Te queremos muchísimo, Jaime".

Jaime Martínez González-Río  (Oviedo, 1942) se licenció en Medicina por la Universidad Complutense de Madrid, especializándose (MIR) en enfermedades del aparato respiratorio en la Fundación Jiménez Díaz de la capital. Su formación se completó como Research Fellow y Fellow in Medicine en la Columbia University de Nueva York. Posteriormente fue médico adjunto al Servicio de Neumología en la Fundación Jiménez Díaz adscrito a la Universidad Autónoma de Madrid entre 1972 y 1975. Ejerció luego la docencia como profesor ayudante contratado de la Facultad de Medicina de la Universidad de Oviedo entre octubre de 1975 y septiembre de 1987, más tarde como profesor asociado de 1988 a 1994 y desde 1996 como profesor titular de Neumología.

Al mismo tiempo, desempeñó la jefatura de Servicio de Neumología en el Hospital Covadonga de Oviedo y posteriormente, hasta su jubilación, jefe del mismo servicio en el Hospital Universitario Central de Asturias. Siguió ejerciendo como facultativo en el Centro Médico de la capital del Principado. Fue presidente de la Sociedad Española de Neumología y Cirugía Torácica (SEPAR) y académico de número de la Real Academia de Medicina del Principado de Asturias, miembro de la Sociedad Española de Alergia e Inmunología Clínica (SEAIC), de la European Respiratory Society (ERS) de la American Thoracic Society (ATS) y de la International Association for the Study of Lung Cáncer (IASLC).

En cuanto a su afición a la lírica, que siempre relacionó con la medicina: decía que "la música cura", la achacaba a todas las piezas operísticas que escuchó cantar a su padre mientras se afeitaba, cuando era niño. A partir de los catorce años comenzó a participar como figurante en las óperas que se programaban en el Teatro Campoamor. En septiembre de 2003, dos días antes del comienzo de la temporada operística, recibió una llamada desde el coliseo ovetense en la que le pedían que acudiese al ensayo de la ópera 'Idomeneo' de Mozart. Al llegar, le explicaron la situación: la Fundación Ópera de Oviedo necesitaba un presidente y toda la junta directiva le apoyaba por unanimidad. Aceptó por un año y estuvo quince.

En el periódico El Comercio destacan entre sus logros: "la apertura de la programación a una oferta más amplia de títulos, más allá de la que parecía una restricción al repertorio clásico del belcantismo italiano, apostando por obras contemporáneas o propuestas de una mayor complejidad y ambición como el ciclo wagneriano que culminaba este año con 'El Ocaso de los Dioses'. También contribuyó decisivamente a ensanchar el público con ofertas destinadas a los espectadores jóvenes o a descentralizar la temporada llevando representaciones fuera de Oviedo. Bajo su mandato se realizaron igualmente proyectos tan ambiciosos y necesarios como la producción propia de obras nuevas como 'Fuenteovejuna', con partitura del compositor asturiano Jorge Muñiz y libreto del poeta Javier Almuzara".