La Fundación Jaume Aragall rinde homenaje al tenor en su 80 cumpleaños

Foto del programa (página Eduard Moreno)

La Fundación Jaume Aragall celebró el pasado jueves 6 de junio en el Hotel España de Barcelona, el 80º cumpleaños del tenor Jaume Aragall (Barcelona, 6 de junio de 1939) con una cena y un concierto homenaje a los que asistió el también tenor, Josep Carreras (Barcelona, 5 de diciembre de 1946). En el recital participaron distintos discípulos del cantante: la soprano barcelonesa María Miró, la mezzosoprano martorellense Anna Tobella, el tenor venezolano Samuel Peláez y el puertorriqueño Carles Ortiz, y el barítono Eduard Moreno. El homenaje fue presentado por el periodista y crítico musical y de teatro, Javier Pérez Senz,

Jaime Aragall Garriga nació en el Paseo del Borne de Barcelona en 1939. Tanto su padre, trabajador del mercado central del pescado, como su madre, ama de casa, eran muy aficionados a la música y fomentaron que se formara en ella. A los nueve años ingresó en la Escolanía de la Basílica de Santa María del Mar con la que debutó en el Gran Teatro del Liceo formando parte del coro de niños de 'Carmen', 'La bohème' y 'Werther'. A los once años comenzó a estudiar solfeo con Francisco Puig, amigo de la casa. Mientras cursaba sus estudios de canto comenzó a trabajar en un taller mecánico de bobinado de motores.

Se presentó al concurso de Canto de la Asociación Bilbaína de Amigos de la Opera, obteniendo el segundo premio y fue contratado en el Liceu para encarnar el papel de Arlequín en 'Pagliacci' y el de Arturo en 'Lucia di Lammermoor'. En 1963, con una ayuda de 7.000 pesetas del Ayuntamiento, la Diputación y el Liceu, se fue a estudiar a Milán con el profesor Vladimiro Badiali. Ese mismo año ganó el Concurso de voces verdianas de Busseto, lo que le proporcionó una audición en el Teatro de la Scala y un contrato para el Fritz de 'L'amico Fritz' y el Rodolfo de 'La bohème'. Previamente debutó en Italia en la Fenice de Venecia con la ópera 'Gerusalemme' de Giuseppe Verdi.

Inició entonces una carrera que le llevó a cantar en los teatros más importantes del mundo, alternando largos períodos de actividad con parones a causa de etapas depresivas. En los últimos años se ha dedicado a la docencia. A lo largo de su carrera ha recibido numerosos premios y distinciones, entre ellos, la Placa de Honor de Radio Barcelona concedida por la Crítica al mejor tenor de la temporada 1966-67, la Medalla de oro del Círculo de Bellas Artes de Madrid (1967), la Medalla de Oro del Gran Teatro del Liceo (1967), la Cruz de Sant Jordi del Gobierno de la Generalitat de Catalunya (1984), el Título honorífico de Cantor de Cámara de Viena, 'kammersänger' (1989) y la Medalla de Oro de la Generalidad de Cataluña (1997). Como culminación de su carrera recibió un homenaje en el Liceo, que le dedicó una placa de plata, en conmemoración del 25 aniversario de su brillante debut.