'I lombardi alla prima crociata' llega a Bilbao con Ekaterina Metlova, Josep Bros, Roberto Tagliavini y Sergio Escobar

'I lombardi' (Abao)
La Asociación Bilbaina de Amigos de la Ópera (Abao) abre este sábado 19 de enero a las 19.30 horas en el Palacio Euskalduna su programación de 2019 con el tercer título de su temporada: 'I lombardi alla prima crociata' ('Los lombardos en la primera cruzada') de Giuseppe Verdi. La obra vuelve a Bilbao 43 años después de que se estrenara en la ciudad para conmemorar las bodas de plata de la asociación. En esta ocasión estará protagonizada por la soprano ruso-italiana Ekaterina Metlova que encarna a Giselda, el tenor barcelonés Josep Bros en el papel de Oronte, el bajo italiano Roberto Tagliavini como Pagano y el tenor toledano Sergio Escobar interpretando a Arvino. La ópera podrá verse también los días 22, 25 y 28 de enero.

El reparto se completa con la soprano greco-estadounidense Jessica Stavros (Viclinda/Sofía), el bajo alicantino David Sánchez (Acciano), el bajo burgalés Rubén Amoretti (Pirro) y el tenor mataronés Josep Fadó (un prior de Milán). Estarán acompañados por el Coro de Ópera de Bilbao y por la Euskadiko Orkestra Sinfonikoa bajo la batuta de Riccardo Frizza y cuentan con la dirección escénica de Grazia Pulvirenti que dirige la reposición del montaje del fallecido Lamberto Puggelli en una producción del Teatro Regio di Parma.



'I lombardi' se enmarca en el proyecto Tutto Verdi de la Abao que pretende poner en escena en distintas temporadas la integral de las óperas compuestas por el músico italiano. Tras su estreno sólo faltarán dos óperas por subir al escenario bilbaino: 'Jerusalem' y 'Alzira' que se pondrán en escena en las temporadas 2019-2020 y 2020-2021, respectivamente. 'Los lombardos' es el cuarto título que escribió Verdi en su carrera, tras su gran éxito con 'Nabucco'.

Es un drama lírico operístico en cuatro actos y un preludio con libreto en italiano de Temistocle Solera, basado en el poema homónimo publicado en 1826 por Tommaso Grossi. Se estrenó en el Teatro alla Scala de Milán el 11 de febrero de 1843. Verdi dedicó la partitura a la duquesa habsburgo de Parma, quien había muerto unas pocas semanas después del estreno. En España se estrenó en 1845, en el Teatro de la Santa Cruz de Barcelona. En 1847 fue revisada significativamente para representaciones en francés en la Salle Le Peletier de la Ópera de París bajo el título de 'Jérusalem'. La acción de desarrolla en Milán, en Antioquía y sus alrededores, y junto a Jerusalén.


En la página de la Abao se resume el argumento de la ópera:

"Los ciudadanos se han reunido en la iglesia de San Ambrosio de Milán para festejar el perdón concedido por Arvino a su hermano Pagano, quien, presa de los celos, había atacado y herido a Arvino por haberse casado con la hermosa Viclinda. Exiliado durante años, tras su regreso es acogido de nuevo por su familia. Ninguno de ellos, ni siquiera él mismo, cree en un arrepentimiento de corazón. El prior anuncia que Arvino dirigirá a los cruzados lombardos en su expedición a Tierra Santa. A solas con Pirro, escudero de Arvino, Pagano confiesa el rencor que sigue alimentando por Viclinda y el odio hacia su hermano, al que decide asesinar con la complicidad de Pirro y un grupo de sicarios. Arvino, Viclinda y su hija Giselda tienen oscuros presentimientos y temen por la vida de Arvino. Hacen el voto a Dios de que, si les protege, peregrinarán a Jerusalén, a rezar al Santo Sepulcro. Pagano entra en los aposentos de Arvino, de los que sale arrastrando a una Viclinda aterrorizada, mientras que Giselda huye. Viclinda grita y llega inesperadamente Arvino: Pagano ha matado a su padre, no a su hermano. Comprende su trágico error e invoca la maldición de Dios sobre él. Arvino va a matarlo cuando se interpone Giselda, implorándole no acumular un delito sobre otro delito: el remordimiento será castigo suficiente para Pagano.

Acciano, tirano de Antioquía, dice haber visto relucir a lo lejos las armas del ejército cristiano, que ha invadido el país causando estragos, por lo que invoca la venganza de Alá. Oronte pide a Sofia, su madre, que se ha convertido secretamente al cristianismo, noticias de Giselda, la peregrina raptada en el campamento cruzado y a la que Oronte ama. Sofia le dice que ella llora y lo ama dulcemente, pero le advierte que Giselda no podrá ser su esposa si no se convierte antes a la fe cristiana, algo que Oronte se muestra dispuesto a hacer. Pagano se ha retirado a una caverna a penar sus culpas viviendo como un eremita. Espera la llegada del ejército cristiano y el grito de Pedro de Amiens: «¡Dios lo quiere!» Cuando oiga estas palabras estará dispuesto a combatir por la fe cristiana con todo su ardor. Pirro también ha huido a Tierra Santa y se ha hecho musulmán; se presenta al eremita, sin saber que es Pagano, invocando su ayuda para obtener el perdón divino. Encargado de proteger las murallas de Antioquía, él será quien las abrirá a los lombardos victoriosos. El eremita, inflamado de
ardor patriótico, le promete que la ciudad será reconquistada esa noche.

En el harén de Antioquía, las mujeres compadecen a Giselda, que pronto verá morir a sus seres queridos a manos de los musulmanes. Giselda, llorando, recuerda a su madre y se siente culpable por amar a un infiel. Los cruzados atacan la ciudad. Sofia dice a Giselda que un traidor ha abierto las puertas de Antioquía y que Acciano y Oronte han caído muertos a sus pies a manos de Arvino, caudillo de los lombardos. Giselda, horrorizada, rechaza a su padre y maldice el triunfo cristiano, obtenido con tanto derramamiento de sangre. Arvino la repudia y está a punto de matarla cuando el eremita le sujeta la mano, diciéndole que la joven está loca de amor. Procesiones de cruzados y peregrinos por el valle de Josafat. Giselda recuerda su amor perdido cuando aparece delante de ella Oronte, vestido de lombardo, que le dice que sólo había sido herido y que ha desertado de su ejército para reunirse con ella. Los dos deciden huir juntos. Arvino maldice a su hija, a la que Pagano ha visto escapar con su amante y jura venganza también contra Pagano, al que algunos lombardos dicen haber visto en el campamento lombardo. Nada más ser bautizado, Oronte muere llamando a Giselda; el eremita lo bendice.

En la caverna del eremita, Giselda está soñando y tiene una visión en la que Oronte anuncia a los cristianos que las aguas del Siloé pondrán fin a la tremenda sed que padecen. En las tiendas lombardas, los cruzados, exhaustos y sedientos, elevan una plegaria al Señor, que los ha llamado desde su país natal con la promesa de liberar Jerusalén del yugo musulmán. Recuerdan el aire fresco, los arroyos y los lagos de su tierra lombarda. Giselda, Arvino y el eremita anuncian, para regocijo de todos, que han encontrado las aguas del Siloé. Los lombardos lanzan un grito de guerra. El eremita, herido en el ataque, es conducido a la tienda de Arvino. A punto de morir, Pagano revela a Arvino su verdadera identidad y le implora que no lo maldiga por el parricidio que ha cometido y lo perdone. Arvino lo abraza al tiempo que se ven ondear en Jerusalén las banderas de los cruzados".
'I lombardi alla prima crociata' llega a Bilbao con Ekaterina Metlova, Josep Bros, Roberto Tagliavini y Sergio Escobar 'I lombardi alla prima crociata' llega a Bilbao con Ekaterina Metlova, Josep Bros, Roberto Tagliavini y Sergio Escobar Reviewed by Diario Lírico on 19.1.19 Rating: 5

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