Jesús López Cobos es enterrado en Toro 15 días después de su fallecimiento

Jesús López-Cobos (Orquesta de Cincinnati)
El director de orquesta zamorano Jesús López-Cobos (Toro, 25 de febrero de 1940), fallecido el pasado 2 de marzo en Berlín, ha sido enterrado en el pequeño cementerio del claustro del monasterio de Sancti Spiritus de Toro este sábado 17 de marzo. Los restos mortales del músico llegaron el viernes 16, procedentes de Alemania,  a la localidad zamorana, en cuya Casa Consistorial se instaló la capilla ardiente que fue visitada por numerosos vecinos a lo largo de la tarde del viernes y la mañana del sábado. Los actos programados contaron con una multitudinaria presencia de ciudadanos que querían dar su último adiós al maestro y de personalidades del mundo de la cultura y de la política.

El cuerpo fue trasladado desde el Ayuntamiento a la Colegiata, acompañado por la marcha Getsemaní interpretada por la Banda de Música La Lira de Toro, entre un pasillo de vecinos que aguardaban el paso de los restos mortales del director. A las 12.30 horas se celebró la misa de funeral en la Colegiata de Toro que contó con la actuación de diez miembros de la Orquesta Sinfónica de Castilla y León, de la que era director emérito, que interpretaron el 'Adagio' de Barber; de la Banda de Música La Lira de Toro, del coro parroquial de la Colegiata y del cellista Albán Gerhardt.

Una loseta de arcilla con una clave de sol inscrita fue colocada en el nicho número tres del claustro en el que reposan desde ayer los restos del director. Entre los asistentes se encontraba su mujer, Brigitte; el hijo de ésta y los tres hijos de López Cobos, Jesús Manuel, Lorenzo y Antoine, además de músicos llegados desde Estados Unidos, donde dirigió la Orquesta Sinfónica de CIncinnati, Berlín, Laussane, Málaga, Barcelona y A Coruña, entre otras localidades vinculadas al director.

Tanto el Ayuntamiento de Toro como la Diputación Provincial de Zamora han iniciado los expedientes para la concesión de las Medallas de Oro de la ciudad y de la Provincia respectivamente a título póstumo al director de orquesta por su labor llevando el nombre de Toro y de Zamora por todo el mundo, porque fomentó la cultura musical en la localidad y porque demostró su generosidad con la donación de instrumentos a la Escuela Municipal de Música que lleva su nombre. El alcalde de Toro ha anunciado también que se creará un Festival de Música Internacional en su honor y con su nombre.

López Cobos que decidió ser enterrado en su localidad natal de la que era hijo predilecto, pidió expresamente que se sustituyesen las flores que fueran a enviarle por su funeral por aportaciones económicas para la adquisición de instrumentos y la mejora de las instalaciones de la escuela de música de Toro. El director ya había realizado una petición similar hace ocho años a los invitados a la fiesta de su setenta cumpleaños en Lausanne (Suiza).

El alcalde de Toro publicó esta carta de despedida en la prensa zamorana y en la página del Ayuntamiento:

"HASTA PRONTO, MAESTRO

Toro tendrá un Festival de Música Internacional en tu honor y con tu nombre, Jesús López Cobos, toresano universal

Ayer fue un día especial para la Ciudad de Toro. Ayer despedimos al gran maestro Jesús López Cobos, hijo predilecto, embajador universal, genio sin igual y una bellísima persona. Ayer, su tierra, su gente, desde lo más hondo de sus entrañas lo abrazó para que no se marchara solo y así devolverle un poquito de todo lo que nos regaló, que fue mucho.

Ayer era un día que amanecía gris, triste y lluvioso pero en el que el sol finalmente venció para invadir todo de luz. Ese sol, amarillo radiante como las flores que hoy le dulcificaban su partida, ese sol que tanto echaba de menos de su país, de España, de Toro, de Málaga, de Madrid. Ese país que le dio tantos quebraderos de cabeza en su carrera artística, todos ellos por ir siempre por delante del resto, por ser un revolucionario y un visionario en la dirección de orquesta. Todo ello, por el hecho de que un director de orquesta no es sólo un hombre delante de una orquesta interpretando música, que también, sino un analista de todo el proceso creativo que desgrana unas notas musicales hasta convertirlas en algo suyo, con respeto a su creador, pero aportando toda su alma en esa versión dirigida por él. Pero estos quebraderos le hicieron volar, traspasar fronteras y alcanzar metas nunca antes alcanzadas por un español.

Ayer reconocimos al toresano que abrió camino fuera para que dentro nos diéramos cuenta de su valía. La Scala de Milán, la Ópera de París, El Covent Garden de Londres o el Metropolitan de Nueva York. En todos ellos abrió las puertas, fue el primero. Y en todos ellos triunfó y protagonizó noches magníficas; esas noches rodeado de los mejores intérpretes que han existido y existen.

Consecuencia de todo ello fue ver los obituarios del 3 de marzo en todo el mundo. Esos obituarios que reflejan la magna dimensión internacional del Maestro, su reconocimiento como uno de los grandes de todos los tiempos en la dirección de orquesta. Uno de ellos lo definió ese día como "escrupuloso, profundo, racional y versátil". Él mismo se autodefinía como un hombre de "corazón latino y cerebro alemán". Pero lejos de definiciones, lo que ha quedado claro es su trayectoria y méritos: la Orquesta Nacional de España, la orquesta de Cámara de Laussane, Cincinnati, la Ópera de Berlín y el Teatro Real. Además, no hay una de las grandes orquestas del mundo que no haya sido dirigida por Jesús López Cobos. Me atrevo a decir que al final el calificar una orquesta como una de las mejores del mundo lleva implícito que una figura como el Maestro u otros pocos elegidos hayan decidido dirigirlas. Primer premio Príncipe de Asturias de las Artes en 1981, Medalla de Oro de las Bellas Artes en 2001 y Premio de las Artes de Castilla y León en 2012, sumado a otros muchos títulos internacionales. Y de todos ellos, para nosotros, el más importante: Hijo Predilecto de la Ciudad de Toro desde el año 1984.

Ayer, ese título de Hijo Predilecto estuvo más justificado que nunca. Porque además de todos sus méritos artísticos; además de toda su dimensión internacional y además de otras muchas cosas, Jesús era, es, Hijo Predilecto de Toro. Lo era, lo es, por sus méritos, sin duda. Pero también lo era, lo es, por otras muchas cosas, entre las que destacan llevar el nombre de Toro a cada rincón del mundo que pisó. Y esa es la dimensión más extraordinaria que residía en su ser: el respeto y recuerdo siempre de sus orígenes, de su tierra, de su gente. Esos orígenes, esa tierra y esa gente que ayer se unía al unísono para despedirlo como merecía. Debo confesaros que cuando me preguntan de dónde soy en alguno de mis viajes, al contestar que soy de Toro, son muchas las personas que inmediatamente dicen: "De Toro, de donde es el Maestro".

Ayer, los homenajes eran múltiples e inmensos. Y los más sentidos, los de su gente, los de las agrupaciones por las que veló, a las que protegió y recomendó, siempre dispuesto a ayudar, siempre dispuesto a arrimar el hombro. Fue día de silencio respetuoso, roto por las notas musicales de la Lira y la Rondalla, que como padre lo han tenido durante tantos años. Siempre generoso, siempre cercano y cordial. Y esa dimensión humilde y generosa es la que ha ido ahondando la profunda consideración de su gente hacia el Maestro. Ese Maestro siempre preocupado de Toro, por sus agrupaciones musicales y músicos, por su Escuela de Música. También preocupado en pregonar en ultramar, allí donde encontrara, que él, el Maestro, Jesús López Cobos, era de Toro, y toresano se sentía.

Ayer, despedimos con todo el honor que merecía a nuestro querido Jesús, Hijo Predilecto de nuestra Ciudad, artista universal y persona extraordinaria, bondadosa, humilde y generosa. Y descansará en su tierra, entre los suyos, acompañado siempre por nuestras madres dominicas de Sancti Spiritus, a las que tan cercano se sentía, y que ya es un lugar de peregrinaje para músicos de todo el mundo que quieren saludarte y honrarte. En su claustro, junto a ellas, en el suelo raso de ladrillos, donde ya hay grabada una clave de sol, para que eternamente descanses con la música que tanto te dio, a la que tanto le diste.

Ayer te despedimos, pero a partir de ayer te vamos a recordar, a luchar para que tu legado esté presente y tu aportación a la cultura musical de este país sea eterna. Por eso no te despedimos con un adiós, sino con un hasta pronto.

Pronto Toro te otorgará la Medalla de Oro de la Ciudad. Pronto Toro tendrá un Festival Internacional de Música Jesús López Cobos, en tu honor, con tu nombre.

Gracias por tanto, Jesús. Gracias por tanto, eterno Maestro.

Tomás del Bien Sánchez (alcalde de Toro) para LA OPINIÓN DE ZAMORA 18.03.2018"
Jesús López Cobos es enterrado en Toro 15 días después de su fallecimiento Jesús López Cobos es enterrado en Toro 15 días después de su fallecimiento Reviewed by Diario Lírico on 19.3.18 Rating: 5

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