María Jesús Sevilla, Gonzalo Terán y Alberto Arrabal protagonizan 'Tabernera' en Pozuelo de Alarcón

'Tabernera' (Compañía Lírica Amadeo Vives)

Con las entradas agotadas desde hace más de un mes, la Compañía Lírica Amadeo Vives presenta este sábado 10 de noviembre a las 19.30 horas, en el Teatro Mira de Pozuelo de Alarcón, 'La tabernera del puerto' de Pablo Sorozábal. Dirigida escénicamente por Antonio Ramallo y musicalmente por José Antonio Irastorza, la obra estará protagonizada por la soprano María Jesús Sevilla encarnando a Marola, la tabernera que da título a la zarzuela; el tenor Gonzalo Terán en el papel de Leandro, su enamorado; y el barítono Alberto Arrabal como Juan de Eguía, dueño de la taberna y padre de Marola.

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El elenco se completa con el bajo Carlos London (Simpson), la soprano Pilar Sánchez (Abel), el tenor Jesús Ortega (Chinchorro), la tiple cómica Amelia Font (Antigua), Karmelo Peña (Ripalda), José Manuel Velasco (Verdier) y la orquesta y el coro de la Compañía. La producción fue estrenada el 20 de mayo de 2017 en el Teatro Gaztambide de Tudela por encargo de la Asociación Gayarre de Amigos de la Ópera a la CL Amadeo Vives. El vestuario ha sido diseñado por Roger Salas.

'La tabernera del puerto' es un romance marinero en tres actos, con música de Pablo Sorozábal y libreto de Federico Romero Sarachaga y Guillermo Fernández-Shaw Iturralde. Se estrenó en el Teatro Tívoli de Barcelona el 6 de abril de 1936. La acción se desarrolla en el puerto de la ciudad imaginaria de Cantabreda, en el norte de España, en fecha contemporánea al estreno (1936).

En el puerto se encuentra la taberna de Marola, a la que todos creen casada con Juan de Eguía. El pescador Leandro está enamorado de la joven y es correspondido por ella. Las mujeres del pueblo le reprochan que vuelve locos a los hombres. Juan de Eguía confiesa a Leandro que es el padre de Marola y le promete su mano a cambio de que introduzca un fardo de cocaína en la ciudad. Leandro acepta y acompañado de su amada se dirige en una pequeña embarcación hacia una cueva que solo tiene acceso por mar, para cargar el fardo de cocaína, pero son sorprendidos por una tormenta y desaparecen. Simpson trae la buena noticia de que Leandro y Marola están vivos y se dirigen al puerto detenidos por los carabineros. Juan confiesa ser el verdadero culpable de todo lo sucedido y es detenido, mientras que Leandro y Marola quedan en libertad.