La Quincena donostiarra presenta el cartel de su LXXIX edición en la que se representará 'L'italiana in Algeri'

La Quincena Musical Donostiarra ha presentado el cartel de su LXXIX Edición que se celebrará del 2 de agosto al 1 de septiembre de 2018 y que ha sido realizado por Juan Luis Goenaga (San Sebastián, 1950). La programación de este año, de la que apenas se han avanzado datos, incluirá la representación de ‘La italiana en Argel’ de Rossini, coincidiendo con el 150 aniversario de la muerte del compositor, en una coproducción con el Teatro Colón de Buenos Aires, donde se estrenará el 4 de mayo, y con el Festival de El Escorial en el que recalará antes de llegar a Donostia.

El festival contará con un hilo conductor que bajo el titulo 'Mito y tradición' se centrará en la mitología clásica y su representación a lo largo de la historia. El tema se inspira en la exposición 'Los Dioses del Prado, Arte y Mito' que podrá visitarse en San Telmo el próximo verano. A la edición de este año regresará la Budapest Festival Orchestra, con el maestro Ivan Fischer al frente, que fue la orquesta residente en 2016.

El autor del cartel, Juan Luis Goenaga, está considerado como uno de los máximos exponentes del expresionismo vasco. Su obra evoca con frecuencia temas etnográficos, de la pintura rupestre, la mitología vasca y el paisaje. Con este cartel se suma a la larga lista de artistas que han creado la imagen oficial de Quincena, en la que figuran nombres como: Eduardo Chillida, Vicente Ameztoy, José Luis Zumeta, Cristina Iglesias, Jesús Mª Lazkano, Elena Odriozola o Manu Muniategiandikoetxea, entre otros.

La Quincena facilita la siguiente biografía del autor: "Juan Luis Goenaga nació en Donostia, si bien desde muy joven eligió vivir en Alkiza, en un viejo caserío del siglo XVI donde reside y trabaja. Tras terminar sus estudios, y de forma autodidacta, comenzó a realizar dibujos y pinturas. En los años 70 viajó por Europa y entró en contacto con las corrientes artísticas contemporáneas. Al regresar a Gipuzkoa, su personalidad introspectiva y estudiosa le llevó a recluirse en su caserío de Alkiza, y desde entonces el artista se ha dedicado a trabajar el legado artístico de la naturaleza y el mundo rural vasco, en sus aspectos más abstractos y primigenios: aire, fuego, gotas, hierba, tierra, ramas, raíces...

Su estilo pictórico se ha desarrollado entre la abstracción y la figuración sin dejar nunca de lado ninguno de los dos lenguajes, en una evolución en la que ha trabajado con total naturalidad. El propio artista clasifica sus obras en géneros como la arqueología y la pintura rupestre, los paisajes, las pinturas figurativas y las abstractas. También se ha interesado por el mundo de la pareja y el desnudo, con algunas series sobre estos temas".