La Ópera de París estrena una versión 'espacial' de 'La bohème',

'La bohème' (fotos, Ópera de París)

La Ópera de París ha estrenado este viernes 1 de diciembre una versión 'espacial' del clásico de Giacomo Puccini, 'La bohème', en la que su director de escena, el alemán Claus Guth (1964), cambia el tradicional escenario de la buhardilla parisina por el espacio y a los artistas bohemios por astronautas en apuros. Guth, que debutó el año pasado en el Teatro Real de Madrid con una versión de 'Parsifal' ambientada en un sanatorio, pronosticó días antes de la 'premiere', al ser preguntado por la posible acogida del público a su propuesta: “Habrá protestas y reticencias”. Los abucheos de los asistentes y los gritos de "Traición", "Ridículo" y "Pobre Puccini", que contrastaron con las ovaciones a la dirección orquestal de Dudamel, confirmaron los peores presagios del director.

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Al frente de la obra se encuentran los venezolanos Gustavo Dudamel y Manuel López-Gómez que se alternan en la dirección. El doble reparto está encabezado por las sopranos Sonya Yoncheva y Nicole Car (Mimí) y Aida Garifullina (Musetta); los tenores Atalla Ayan y Benjamin Bernheim (Rodolfo); los barítonos Artur Ruciński (Marcello), Alessio Arduini y Andrei Jilihovschi (Schaunard); y el bajo Roberto Tagliavini (Colline). Los decorados son obra de Étienne Pluss y el vestuario de Eva Dessecker.

El director de escena explicó en la presentación del montaje que la idea de situar la acción de la obra de Puccini en el espacio le fue sugerida por la propia música, ya que ésta es "ingrávida y su alcance inmenso" y por uno de sus libros preferidos 'Solaris' de Stanislas Lem, en el que los científicos en una estación espacial ven aparecer a sus familiares fallecidos como cristuras reales. Guth afirmó que con este montaje "pretende ofrecer al público la posibilidad de experimentar esa partitura a través de imágenes nuevas".

En la propuesta del director alemán los protagonistas se encuentran en un transbordador espacial realizando un último viaje y sobre la superficie de la luna. El hambre, el frío y la falta de oxígeno les hacen delirar y recordar su juventud parisina. En palabras de Guth, el montaje mantiene presentes los temas claves de la obra: el miedo, el hambre y la soledad,