Julián Jesús Pérez | director de coro: “Uno de los grandes problemas de la música coral es el intrusismo profesional”

Julián Jesús Pérez (cortesía del director)
Doctor en Didáctica de la Lengua y la Literatura, licenciado en Filología Inglesa, postgraduado en Educación Musical, titulado en Piano y diplomado en Dirección Coral, el coruñés Julián Jesús Pérez ha celebrado el pasado mes de diciembre su 30º aniversario como director de coro, una pasión que comparte con su labor como profesor de Secundaria y con la investigación musicológica y que le ha llevado a crear distintas formaciones en su ciudad natal: el Coro de Cámara Madrigalia (1988-1992); el Coro Universitario de A Coruña (1990-1992 y 2005-2011); la Camerata Vocal da Universidade da Coruña (2010-2011); el Coro de Cámara de A Coruña (1992- 2016) y el Grupo Vocal Diazeuxis (2017-), además de la Orquestra de Cámara da Universidade da Coruña.

Pregunta. Ha cumplido 30 años dirigiendo coros. ¿Por qué alguien con formación pianística escoge especializarse en música coral?
Respuesta. Porque vivimos en sociedad y porque creo en la Música como algo que se debe compartir con los demás. El trabajo coral y su proyección pública es precisamente eso. Como decía Jovellanos: “Por ventura es la sociedad otra cosa que una gran compañía en que cada uno pone sus fuerzas y sus luces y las consagra al bien de los demás?”.

Coro Madrigalia
P. ¿Pero hubo algo en especial que le llevara a decidir seguir ese camino?
R. Recuerdo con cariño haber asistido a temprana edad a un concierto en el que se interpretaba ‘Carmina Burana’ en el Teatro Rosalía de Castro de A Coruña. Salí encantado de aquella experiencia, y siempre que tenía oportunidad de escuchar música coral, me preguntaba: “¿Dónde podría yo estudiar Dirección de Coros?”.

P. ¿Cuáles fueron sus inicios en la dirección?
R. Trabajé como repertorista al piano en unos ensayos de ópera dirigidos por el maestro Benito Lauret. Gracias a él vi con claridad lo que se puede hacer con un coro. También fue crucial mi experiencia como cantor en el Coro Universitario de Santiago, que dirigía Xan Viaño, en el que viví desde dentro el buen hacer del maestro Maximino Zumalave preparando al coro para las temporadas de ópera o los conciertos con orquesta. Hacia finales de los ochenta, realicé mis primeros estudios de Dirección Coral en unos cursos organizados por la Junta de Castilla y León. Después vinieron dos cursos de Música en Compostela, en la especialidad de Polifonía, donde recibí el Premio-Beca Rosa Sabater, y tantas otras experiencias de aprendizaje en España y en el extranjero.

P. Usted ha creado varios coros.
R. Sí, he fundado cinco coros: el Coro de Cámara Madrigalia, el Coro Universitario de A Coruña, la Camerata Vocal da Universidade da Coruña, el Coro de Cámara de A Coruña y el Grupo Vocal Diazeuxis del IES E. Blanco Amor de Culleredo.

Coro de Cámara de A Coruña
P. Pero además ha dirigido otras formaciones.
R. Fui subdirector del Coro Universitario de Santiago y colaboré puntualmente como director en el montaje de la ópera ‘Il Barbiere di Siviglia’ para Amigos de la Ópera de La Coruña. He trabajado para esta misma entidad en diversos montajes de ópera: como director de coro en ‘Così fan tutte’ con el Coro de Cámara Madrigalia y en ‘Don Pasquale’ con un coro formado por alumnos de la soprano y profesora y María Teresa del Castillo; como repertorista, con las óperas ‘Don Pasquale’ y ‘Bastián y Bastiana’, bajo la dirección escénica de Xosé Manuel Rabón. Además, en calidad de invitado, he dirigido al Coro de Cámara Si vis me Canere de Santiago de Compostela.

P. ¿Sólo ha trabajado con formaciones vocales?
R. No, he creado, además, la Orquestra de Cámara da Universidade da Coruña, con la que trabajé desde 2006 hasta 2010. Y en ocasiones tuve la oportunidad de dirigir otras orquestas: la Camerata Brigantina, la Orquesta de Cámara Gallaecia y la Orquesta de Cámara Scherzo.

P. ¿Podría hacer una breve semblanza de cada uno de ellos?
R. Es imposible hacerlo brevemente. Son muchos años y muchos recuerdos. Han sido todas ellas experiencias muy enriquecedoras, con sus rosas y sus espinas.

Camerata Vocal de la UDC
P. ¿Qué es lo mejor que le ha aportado esta experiencia?
R. Precisamente eso: experiencia. También una práctica constante de la dirección, un apoyo en mi formación y una puesta en práctica de los conocimientos aprendidos de grandes maestros con los que he trabajado y a los que he observado a lo largo de muchos años en Europa (España, Inglaterra, Alemania, República Checa y Hungría) y América (Cuba).

P. ¿Cuál es su mejor recuerdo de estos 30 años?
R. El concierto de presentación con cada uno de los coros y las apreciaciones sinceras que he recibido de algunas personas acerca de los resultados obtenidos. Algunos programas me motivaron muy especialmente, desde luego.

P. ¿Y el peor?
R. Haber podido comprobar a qué extremos puede llegar el ser humano cuando le mueven intereses completamente ajenos a la Música.

Capriccio Vocale
P. ¿Es cierta la leyenda negra sobre la dificultad de trabajar musicalmente con cantantes?
R. Creo que no existen leyendas negras en ese sentido. Por mi experiencia como pianista de cámara puedo decir que cada persona es un mundo y debemos trabajar de manera coordinada con cada cantante. Con los coros vocacionales, sencillamente es otra cosa. Debo aclarar que, en su mayoría, no son cantantes. Tienen otras profesiones, otros intereses, y se supone que vienen a ensayar por amor a la música. Andando el tiempo, te das cuenta de que no todos son iguales en ese sentido, y es necesario trabajar no sólo con voces, sino con personas, cada una con sus virtudes y sus defectos. Aunar todo en un proyecto musical común no es tarea fácil per se.

P. ¿Cómo llega a la música? ¿Había antecedentes en su familia?
R. Mi bisabuela tocaba el acordeón por afición, pero no tengo antecedentes de músicos en mi familia. Eso sí, mi primo Rubén Alvar es un extraordinario pianista y compositor. El año pasado recibió un premio de composición en el curso de Música en Compostela. A él sí que le viene de familia: su abuelo paterno y su bisabuelo fueron músicos. En mi caso, mi abuelo se fijó en mi actitud ante la música clásica desde pequeño y aconsejó a mis padres que me buscasen un profesor. Después de unas primeras nociones con un violonchelista, don Luis Caínzos, él mismo recomendó a mi madre que me llevase a recibir clases de doña María Moscoso, mi primera maestra, con quien aprendí Solfeo y las bases de Piano.

Coro Diazeuxis
P. ¿Qué pasos siguió en su formación?
R. Fue ella, doña María Moscoso, quien animó a mi madre a que siguiera estudios oficiales. Fui muy feliz asistiendo a clases con la Sra. Moscoso y años más tarde recuperé mi ilusión por el piano cuando descubrí a Irina Moriatova, con quien preparé dos cursos de Música de Cámara y el examen de Fin de Grado Profesional en Piano; con ella realicé también estudios de Armonía. El trabajo fue lento, paulatino, pero seguro.

P. ¿Sigue tocando el piano?
R. Sí, gracias a la formación recibida con Irina durante un largo período, que en los últimos años he perfeccionado en Santiago de Compostela con Ilona Timchenko, hoy puedo mantener una cierta actividad como pianista de cámara con cantantes como Olga Raíces (soprano) y Fernando Enseñat-Berea (barítono), entre otros.

Coro Universitario da Coruña
P. ¿Entonces no ha dejado de estudiar?
R. Creo que un músico debe de estudiar siempre. Y no sólo estudio piano, desde 1988, año en que realicé mis primeros estudios de Dirección Coral, no he parado de buscar buenos maestros en este terreno: Alberto Blancafort, Martin Schmidt, Javier Busto,… también he asistido como invitado a ensayos con Jordi Casas en Madrid y Barcelona, y asistí a unas Masterclases de Dirección Orquestal con Simone Fermani, del Conservatorio Giuseppe Verdi de Milán. Se aprende muchísimo viendo cómo trabaja un maestro y cantando bajo su dirección, lo que pude comprobar en diversas experiencias corales bajo la dirección de importantes maestros internacionales.

P. La formación llega por distintas vías.
R. Los manuales de dirección y las conversaciones con buenos amigos y colegas de la dirección, como Rubén Martínez Oritz (bajo del Coro de RTVE y exdirector del Coro Gaudeamus y del Conjunto Vocal El Laberinto de Fortuna de Madrid), son un apoyo importante, pero es necesario trabajar con un maestro que te oriente y practicar con los coros lo que has aprendido.

P. Usted estudió con la mezzosoprano Inés Rivadeneira. ¿Nunca se planteó dedicarse al canto?
R. La formación en canto es básica para un director de coro. Mi idea fue aprender para potenciar las posibilidades de los coros con los que trabajo. Agradezco mucho a Inés la paciencia que tuvo conmigo. Durante muchos años me he desplazado a Madrid una vez al mes para recibir sus consejos y enseñanzas sobre el Canto, sobre la vida y, en definitiva, aprender de una gran maestra que ocupó una cátedra en la Escuela Superior de Canto de Madrid. Igual que un alumno de instituto estudia diversas materias para escoger una en la que especializarse, un director de coro debe hacer lo mismo: técnica de dirección, canto, piano, armonía, idiomas, historia de la música, expresión corporal...

Presentación de libro
P. Licenciado en Filología Inglesa, doctor en Didáctica de la Lengua y la Literatura. ¿Siempre tuvo claro que de la música era difícil vivir en este país?
R. Al menos, en el momento en que yo tomé la decisión, creo que sí era difícil. En mi caso concreto, hubo varias razones. Creo que hice lo correcto, porque pensaba que la elección de una carrera con base en la lengua inglesa me podría facilitar el acceso al aprendizaje de la Música a otros niveles en un futuro, como así ha sido.

P. Usted es profesor de Secundaria. ¿Cómo compagina su trabajo como director y como profesor?
R. Con voluntad y con mucho cariño. En el fondo, ambas actividades tienen mucho en común. Me encanta la docencia y la dirección musical. Y cómo no, con la comprensión de mi familia, especialmente de mi madre y de mi esposa, profesora de Lengua y Literatura. Sin su apoyo y ánimo, las cosas no serían lo mismo.

P. Y además publica libros. ¿Cuántas horas tienen sus días?
R. En algunos momentos “he ampliado” las horas del día para poder atender las diferentes ocupaciones. Pero hay épocas en las que priorizo una actividad sobre otras. Por ejemplo, cuando me surgió la oportunidad de preparar un artículo en inglés para publicar en Estambul, durante quince días no hice otra cosa (sin dejar de preparar las clases, claro). Lo mismo hice cuando Juan Ángel Vela del Campo me ofreció preparar una disertación para el Forum Intenacional de Valencia, en el que hablé sobre Educación Musical en Secundaria y compartí coloquio con el propio Juan Ángel, con Andrés Moreno Mengíbar (doctor en Historia, profesor de Secundaria y crítico musical) y con Joao Guilherme Ripper (compositor brasileño).



P. ¿Cuás de sus facetas le produce más satisfacciones?
R. En el mundo coral, la oportunidad de compartir mi trabajo con los demás, desde luego, y la agradable sensación de comprobar cómo va cambiando poco a poco el sonido de un coro gracias a un trabajo gradual y bien orientado. Y en los últimos años, desde la elaboración de mi tesis doctoral, la posibilidad que me abrió mi tutor, Alfredo Rodríguez López-Vázquez, de continuar realizando trabajos de investigación. En ellos he descubierto una motivación muy especial.

P. ¿Le queda algún sueño por realizar?
R. Muchos. Me gustaría volver a dirigir obras corales con orquesta y solistas, por ejemplo. También tengo el sueño de trabajar codo a codo con mi esposa en proyectos de investigación didáctica e interdisciplinar; de hecho, en ello estamos pensando ya. Pero de momento, me quedo con los sueños que espero presentar en breve.

Olga Raíces y Orquesta de Cámara da UDC
P. ¿Qué problemas tiene la música coral en España en estos momentos?
R. Creo sinceramente que se ha avanzado muchísimo en el campo de la música coral en nuestro país. Por fortuna, tenemos muchos directores y directoras muy bien preparados. Algunos de ellos residen en Galicia. Puedo afirmar que el panorama coral español, actualmente, vive un momento espléndido. He podido comprobarlo el año pasado, como miembro de la Asociación Española de Directores de Coro (AEDCORO), cuando asistí al II Congreso Nacional de Directores de Coro en Burgos. Aparte de la oportunidad de trabajar con el maestro sueco Bengt Ollén, he encontrado en mis colegas un ambiente de trabajo muy profesional. Pero creo, sinceramente, y sin ánimo de herir a nadie, que aún tenemos algunos lastres.

P. ¿Cómo cuáles?
R. Uno de ellos es el intrusismo profesional, la falta de formación de algunas personas que, sin preparación musical alguna, se permiten el lujo de cobrar por estar al frente de un coro o de una coral. El otro es, precisamente, la pervivencia de algunas corales históricas que no se renuevan, y que mantienen resabios de un pasado que muchos recuerdan como “glorioso”, pero que no tiene correspondencia con los momentos actuales.

P. ¿Qué soluciones propondría?
R. En el primer aspecto, potenciar la formación de los directores y directoras, y de los cantores (se está haciendo en muchas agrupaciones) y prescindir de los casos de intrusismo; en el segundo, lo resumiría en una frase popular: “renovarse o morir”.

Grupo vocal e instrumental Diazeuxis
P. ¿Qué le pediría a la Administración para facilitar su labor?
R. Le pediría el apoyo económico necesario para favorecer la proyección musical de un trabajo bien hecho. Deberían comprender de una vez que en el mundo hay sitio para todos, no sólo para algunos y entender también la importancia del canto coral en la cultura de un pueblo. Por último, pero no menos importante, que apoyen ‘de verdad’ el canto coral en los centros educativos. Hay mucha gente trabajando en este campo, pero falta mucho camino por andar aún.

P. A Coruña estuvo a punto de tener un coro profesional paralelo a la Sinfónica que acabó siendo de amateurs. ¿Qué opina sobre el tema?
R. No es tema que me incumba personalmente, aunque creo que un coro profesional es algo distinto a la aportación que ha hecho esta formación. En primer lugar, hace falta invertir y creer en el potencial canoro de nuestra comunidad para que ese tipo de coro pueda llegar algún día a Galicia. Es cierto que muchos de los cantores (no cantantes) que han pasado por la formación coral creada desde la OSG aprendieron las bases del canto coral en alguna de las agrupaciones que yo he fundado; algunos se interesaron por asistir a clases de canto posteriormente y otros fueron admitidos en agrupaciones de prestigio como el Coro El León de Oro de Luanco, el Coro de la Catedral de Santiago, el Coro de la Catedral de Estocolmo o el Coro de la Universidad de Alcalá de Henares. Me congratulo por ello.

Coro de Cámara de A Coruña
P. ¿Qué le parece que en Galicia no exista ni un solo coro profesional y que todos los cantantes gallegos tengan necesariamente que emigrar?
R. Si tenemos cantantes gallegos que están trabajando en coros profesionales de Madrid y de otros lugares, eso quiere decir que en Galicia no se les ha tenido en cuenta. No es imposible la creación de un coro profesional en nuestra comunidad autónoma; lo que hace falta es voluntad para crearlo e inversión económica para atenderlo. Y por supuesto, una dirección musical de alto nivel.

P. ¿Qué balance hace de estos años?
R. Me siento muy afortunado por haber dirigido durante treinta años consecutivos sin descanso. Eso quiere decir que, a pesar de las dificultades y zancadillas que se encuentran en el camino, el gusanillo de mi infancia y juventud sigue latente.

P. ¿Cuáles son sus próximos proyectos?
R. Ahora mismo tengo entre manos la publicación de dos libros: una biografía y una investigación sobre una ópera desconocida del siglo XIX. Además, como proyectos musicales, estoy trabajando en la consolidación del Grupo Vocal e Instrumental Diazeuxis del IES E. Blanco Amor de Culleredo y en la proyección pública de una nueva agrupación profesional: Concentus Cruniensis Ensemble de Cámara.

Orquestra de Cámara da Universidade da Coruña


Julián Jesús Pérez | director de coro: “Uno de los grandes problemas de la música coral es el intrusismo profesional” Julián Jesús Pérez | director de coro: “Uno de los grandes problemas de la música coral es el intrusismo profesional” Reviewed by Diario Lírico on 2.2.19 Rating: 5

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