El Buero Vallejo de Guadalajara acoge una función de 'Agua, azucarillos y aguardiente'

El Teatro Auditorio Buero Vallejo de Guadalajara acoge este sábado 25 de noviembre a las 19.00 horas la zarzuela 'Agua, azucarillos y aguardiente' de Federico Chueca, representada por la compañía teatral Clásicos de la Lírica. El espectáculo, que se estrenó en 2015 en el Teatro Carrión de Valladolid incluye además números musicales de otras obras del compositor. La representación cuenta con la dramaturgia y dirección escénica de Luis Roquero y con la dirección musical de Enrique García Requena. El precio de las entradas es de 12 y 15 euros.

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El elenco está integrado por Margarita Marbán (Asia), Carlos Crooke (Serafín), Guadalupe Sánchez (Pepa), Milagros Martín e Inés Olabarría que se alternan en el papel de Manuela, Paco Lahoz (Lorenzo), Resu Morales (doña Simona), Gerardo Bullón y Ricardo Muñiz que encarnan en las distintas funciones a Vicente, Antonio Chamorro (don Aquilino), Pedro Vega (Gachó del arpa), Víctor Trueba, Pablo Martín y Félix Sánchez (los tres ratas) y Benjamín Zafra y Adrián Quiles (los guardias).

'Agua, azucarillos y aguardiente' es una zarzuela en un acto (género chico) con libreto de Miguel Ramos Carrión. Se estrenó en el teatro Apolo de Madrid el 23 de junio de 1897, llegando a las doscientas representaciones sin interrupción. El libreto está ambientado en el Madrid de los últimos años del siglo XIX. La música incluye ritmos conocidos y apreciados por el público, como el pasacalle, el vals, la mazurca, las seguidillas, la jota o temas infantiles y populares.

Como se narra en el dosier de la compañía, "la historia de la zarzuela se centra en Asia, niña cursi, y su madre, doña Simona, que se han mudado a Madrid, donde llevan una vida mísera, debiendo dinero hasta al casero. Una carta del tío de la chica les aconseja regresar al pueblo (Valdepatata), donde su primo está loco por casarse con ella. Pero Asia sueña con Serafín, hijo de un ex ministro.

Serafín ofrece dinero a Pepa, que regenta un quiosco, para que le eche un somnífero en la bebida a la madre de Asia, pero ésta se niega y tras delatarlo ante las dos mujeres, echa la droga en el vaso del joven. Doña Simona cae en aparente sopor y Serafín promete el cielo a Asia. De repente la madre despierta y sugiere ir a pasear. Serafín cae en un profundo y verdadero sueño. Asia, desengañada, está dispuesta a volver a Valdepatata.

Entre tanto Pepa y Manuela andan a la gresca continuamente por el puesto de la una y la venta ambulante de la otra y porque las dos estuvieron antes con la pareja de cada una de ahora, y mientras tanto Lorenzo y Vicente tratan de mediar entre ambas, a la misma vez que andan con sus tejemanejes que acaban consiguiendo desempeñar los mantones de manila de ambas. A media noche los cuatro se van al baile de la Verbena de San Lorenzo, mientras que a Serafín, que sigue durmiendo, le roban la ropa y la cartera".