'La ópera de cuatro notas' parodia la rivalidad entre los cantantes líricos jugando con 're, la, mi y si'

Foto: imagen del cartel (Teatros del Canal)

Los Teatros del Canal de la Comunidad de Madrid presentan el estreno de una nueva producción de 'La ópera de cuatro notas', de Tom Johnson, en esta ocasión adaptada y dirigida por Paco Mir. La obra parodia las presuntamente envenenadas relaciones entre los cantantes líricos de las distintas cuerdas (soprano, mezzosoprano, tenor, barítono y bajo) utilizando únicamente las notas re, la, mi y si. El montaje se exhibirá en la Sala Verde del 8 al 19 de abril, en funciones de 20.30 horas de miércoles a sábado y de 19.00 los domingos.

La acción transcurre en la zona de camerinos de un auditorio sin identificar, por la que los cantantes merodean enfrentándose unos a otros. "Es una especie de parodia sobre el mundo de la ópera, aunque el autor no quería usar esa palabra, en la que con unos textos muy irónicos y muy sutiles se traza un abanico de lo que son las relaciones entre los músicos", afirma Paco Mir y añade "es un título que no engaña, porque está compuesto exactamente con cuatro notas hábilmente moldeadas para que parezcan infinitas".

"Es muy difícil de memorizar, para mí personalmente es un reto, porque al estar escrita con sólo cuatro notas en todas las tesituras posibles, llega un momento en el que ya no sabes dónde estás y tu cerebro quiere cantar otra nota de las que no están escritas", confiesa una de las intérpretes, Ruth Iniesta.

La obra está escrita originalmente para ser acompañada únicamente por piano y el compositor remarca en sus notas que el acompañamiento no debe ser orquestal "en ningún caso". Tampoco incluye acotaciones en el libreto para dejar libertad absoluta al director de escena. El reparto está compuesto por la soprano Ruth Iniesta, la mezzosoprano Ana Cristina Marco, el tenor Francisco Javier Sánchez, el barítono Axier Sánchez y el bajo Francisco Crespo acompañados al piano por el cantante y compositor Javier Carmena. La dirección musical está a cargo de Manuel Coves. La escenografía es de Juan Sanz, el vestuario de Ana Rodrigo y la iluminación de Miguel Ángel Camacho. Las entradas cuestan 14, 18 y 22 euros.