La Ópera de París se une a la huelga contra la reforma de las pensiones de Macron

Ópera de París (página de la Ópera)

La Ópera de París se ha sumado a la huelga contra la reforma de las pensiones que el Gobierno francés pretende implantar y que supone acabar con los 42 modelos de pensiones actuales para establecer un sistema por puntos que sea igual para todos. La Opéra National de Paris es la única institución cultural, con la Comédie Française, que tiene un plan de pensiones especial. El régimen fue creado en 1698, bajo el reinado de Luis XIV, sólo posterior al de los marineros, fundado en 1673 por Colbert con el objetivo de proporcionar a los marinos lesionados una pensión de invalidez.

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Los 'regímenes especiales' son sistemas con condiciones específicas, frecuentemente ventajosas, como una edad de jubilación más temprana, que afectan a sectores con condiciones laborales de especial dureza o desgaste como los trabajadores ferroviarios, los conductores del metro, la Ópera de París o los trabajadores de la Comédie Française, entre otros.

La reforma de Macron supone que los trabajadores acumularán puntos en una cuenta individual a lo largo de la vida laboral que permitirán calcular la pensión una vez alcanzada la jubilación. Se prevén 'mecanismos de solidaridad' por ejemplo, en forma de puntos por cada hijo o para compensar las interrupciones de la actividad.

El modelo especial de la Ópera de París cubre a los empleados con contratos permanentes, ya sean artistas, técnicos o administrativos y al personal artístico con contratos a plazo fijo, incluidos los intermitentes, que deben justificar al menos un año de servicio en la institución para beneficiarse del plan de pensiones y quince años para recibir la tarifa completa.

El régimen de la Ópera de París establece la edad de jubilación a los 42 años para los bailarines, 50 años para los artistas del coro (gradualmente aumentados a 57 en 2029), 55 años para los profesionales técnicos en caso de fatiga. excepcional (aumentarán a 57 años en 2024 y 62 años en 2029), 60 años para los instrumentistas, directores de coro, pianistas acompañantes y 62 años para el resto del personal (edad de jubilación en Francia). La edad de jubilación de los bailarines tiene en cuenta la 'dureza' de la profesión, con un alto riesgo de lesiones y la posible interrupción prematura de la carrera. Además de la dificultad de ejecutar grandes coreografías a esa edad, incluso estando en una excelente forma.

El Gobierno ha alegado para su supresión que estas condiciones privilegiadas no se aplican a las compañías regionales como las de Burdeos, Niza o Toulouse, lo que ha sido contestado por los trabajadores de París, diciendo que los beneficios deben de extenderse a todos por igual y no eliminarse a los que ya los tienen.